lunes, 6 de septiembre de 2010

-Si ella no respira, entonces yo tampoco -dijo desde el borde del edificio y caminó su último paso.

3 comentarios:

V a v o dijo...

Recuerdo a Machado:
Señor, ya me arrancaste lo que yo más quería./Oye otra vez, Dios mío, mi corazón clamar./Tu voluntad se hizo, Señor, contra la mía./ Señor, ya estamos solos mi corazón y el mar.

Siendo conscientes que la vida son los rios que van a la mar.

franco dijo...

Eyyy, qué lindo! Cuál es el Machado que te apasiona? me estás generando unas ganas enormes de leerlo!

PD: con Barbery tuve el inconveniente de no encontrarla en las librerías de acá y una vagancia particular de imprimir la obra y armar el libro yo...

V a v o dijo...

Antonio Machado, el mismo al que extremoduro le saca esos versitos de "Llanuras bélicas, y paramos de ascetas no fue por estos campos el bíblico jardin. Su tierra es para el agila un trozo de planeta por donde cruza errante la sobra de caín"
Y al que Serrat entre otras cosas le saca eso de: "Nunca perseguí la gloria ni dejar en la memoria de los hombres mi canción. Yo amo los mundos sutiles ingravidos y gentiles como pompas de jabón..."

Respecto a La elegancia del erizo, aunque lo considero un muy buen libro, no lo considero un libro urgente. Asi que no hay prisa para la belleza. Apurarse por conseguirlo seria contrario a su escencia.

Un abrazo Franco.

 

Copyright 2010 Con la yema de la lengua.

Theme by WordpressCenter.com.
Blogger Template by Beta Templates.