viernes, 23 de enero de 2009


corrían y corrían de desesperación todos
porque los pies eran picoteados por el dolor surgido
después de encender miles de velas
sin saber que eran de Magritte y funcionaban al revés

ese día al día no le alcanzaba para alumbrar y matar
a la noche que muy campante oscurecía sonriente
y juro que no se iba ni pasadas las doce
se quedaba se quedaba lo nocturno
mientras los girasoles ya no esclavos danzaban
entre cantos o lloros no se sabe
porque nunca antes la ciencia había tenido
la posibilidad de analizar el hecho

la mitad de la noche me contó
que era necesario ponerse las plumas de un tigre
como si con eso bastase para ser poeta
o diera fuerza a los hombros
para cargarse en los hombros a Blake que exageración
volar mucho y dejar que los demás asuman
su responsabilidad en el universo que se va a morir porque vive
y de paso tener uñas fuertes para finalmente apoderarse
de una emoción y que esta no se vaya por ahí,
como cierta gente

martes, 20 de enero de 2009

digamos que posiblemente sin la influencia de lilya
la parte del helado no hubiera sido incluída
pese a ser estrictamente un argumento histórico porque pasó
y sin leer el último poema que subió mary
esto se hubiera quedado escondido
es decir
mostrar el erotismo es a causa de ellas dos
aunque no sean el detonante del poema
que se sabe bien bien bien por quién es

hablo de vos como si fueras
algo todavía
palpable
claro que palpable no
porque desaparecés habiendo dicho
que nunca desaparecerías

puede que
demuestres con esto
que lo imposible podría no tener es im
prefijo absurdo
interifiriendo

ahora que ya sabés
a quién le hablo
I mean, no muchas personas dijeron
que no desaparecerían y se fueron
te cuento que creo que ya entendí
cuál fue la razón
por la que tomaste esas decisiones
y no otras

ese día que yo estaba en tu balcón
vale aclarar que me encantó
con placer en la memoria
(el secreto es que yo había tenido menta helada en la lengua
y tus pies se iban para cualquier dirección
cuando sentías el chocolate entre las piernas)
y yo tenía licor en la sangre
y vos descubriste después
que podías taparte los pechos con una almohada
y las demás partes con una bombachita
y caminar directo a mí
esquivando el gato gris que tenía muchas garrapatas
y el amigovio de tu amiga casi tira por la ventana
y llegar a mí
ese día -esa noche, para ser más precisos
aunque la luz de la calle se creía sol
y el sol dormía con la luna cantándole
una canción de mierda- ese mismo día
yo leía a Girondo

creo que ese fue el problema.
yo no tenía que besarte y terminar el párrafo
e ir a dormir al colchón y cerrar la ventana porque hacía frío.

la cosa era tirar por el balcón a Girondo
y agarrar a Cioran o Pessoa o cualquier pesimista
y empezar a adivinarte y basta de tanta vuelta que di
mientras vos hacías qué sé yo qué / ahora no importa
porque solamente quería decir eso

que el problema fue Girondo
y el gato ya no está
y al balcón difícilmente vuelva
y si estás mal te doy un abrazo desde mi pasado que no se altera

no perdí a un amigo porque es un tipo que me sorprende
digamos podría haberme odiado profundamente y quizás lo hizo
pero aún así me dio una clase de cómo encarar las cosas si se las quiere encarar
a una amiga de internet no le tengo rencores
porque me equivoqué yo que debí saber de antemano
que la gente que se tiene ganas puede usar la información de la que dispone
de todas las maneras posibles en desmedro de la fuente
es decir el narrador
y ahora tengo que ser una bestia sexual desesperada
buscando la redención en otro cuerpo
o un solitario frustrado que lee, escribe, se droga
pero ni de casualidad encuentra sucesora
porque debería volverse loco de nuevo

resumiendo
me quedé con todo lo que prefiero menos con vos
y vos con todo lo que preferís
porque vos elegiste no tenerme
pero yo no elegí que te fueras

que quede claro
para mí, todo es culpa de Girondo
ese Oliverio logró que mi enamoramiento
se muriera pero de todas formas
voy a terminar el libro y te lo devuelvo
y espero que mi tomo de La cantante calva y La lección
siga el mismo camino

lunes, 19 de enero de 2009

Cómo será el vaso donde
te tomás el tiempo de olvidarte
de tanta mentira iba a decir palabra
pero me acordé que en este caso eran sinónimos
y estornudé una noche como este día
en que a los álamos el viento les sopla
pobrecitos y las tetas se movían como
si estuvieras por quedarte callada
o una arañita pasara sobre esta hoja
y dijera que es mejor tejer y comer bichos muertos
que escribir poemas y no recordar qué cosas del mundo son comestibles
como en general ocurre cuando crece el pasto
y vuelan los pájaros con patentes sospechosas
o los presos no pueden escaparse porque no saben de dónde y la letra p
de prohibir y permitir se pone paranóica
igual igual que el cielo que no dice que estés muerta
ni tampoco lo contrario antes de llover.

jueves, 15 de enero de 2009

Hoy siento mi alma pobre
como la evolución de un idiota o
como un espantapájaros bajo techo/

es raro. Sentirse pobre
no hace sentir las carencias
como prodigio de la imaginación
sino más bien
como inoperancia de las manos,
de la boca, sobre todo/

pobre de costillas, de hígado
que me va a doler, de ojos
que miran lo que escribo
como si no supiera lo que escribo
hasta verlo efectivamente, de piernas
que no me llevan hasta donde estás/

si estás. Lo cual también es raro,
como sentirse pobre como yo,
como la evolución de un idiota o
como espantapájaros bajo techo.

domingo, 11 de enero de 2009

No sé qué es lo que les llama tanto la atención a todos de las arenas movedizas. Yo me hundo a cada paso de todas formas.

viernes, 9 de enero de 2009

Tuviste una lepra emocional y yo como un esclavito corriendo atrás tuyo, juntando los pedazos de piel de afecto que se te caían sin rebotar en el piso.

Cargándolos un rato y guardándolos después en una cajita rosada, bien rosada, esperando algún día enamorarte.

Visto a la distancia, no tenías por qué querer tus restos podridos, siendo que piel le crece a todo el mundo salvo a mí, que pareciera irme comprimiendo cada vez que no aparecés cerca mío, o cuando me despierto y no estás al lado, o incluso cuando en la ducha imagino que venís con un traje largo y me largo a llorar por no poder pensarte desnuda, resbalando a mi pecho o peor aún cuando en la comida dibujo tu cara y no me salen tus ojos porque últimamente no me mirabas. Básicamente eso, mi piel es insuficiente o algo quiere salir de mí.

¿A qué te dedicás ahora? ¿Ya no puedo dedicarte todo lo que hago público y lo que escondo? ¿Sabías que rompí la pared alrededor de la puerta y moví mi cama frente al picaporte para verte antes de que toques timbre?

Me gustaría saber si sos despiadada o no. Si yo no lo puedo ver o si yo no me convenzo.

Voy a inventarme un nuevo pasatiempo: imaginar qué tan mala pareja hacés con otra persona.

Y a arreglar la pared.

Y devolver a su lugar mi cama.

miércoles, 7 de enero de 2009

I
ahora se me encienden los dedos
hay llamas arriba y abajo de mis uñas
y yo las muerdo como si estuvieran apagadas
para arderme como si no me doliera

mis dedos son velas
que llevan el fuego a cualquier lugar

el cuerpo se me quema
dando vueltas con el mundo,
fingiendo tanto

a cada paso desato una peste

II
por un amor que se ahogó
me ahogué, y ahora
no encuentro otro,
no busco otro

III
el sonido de una marcha fúnebre antes
de una defunción despierta
sospechas y yo incendiándome

junto los párpados como en otro momento
juntaba las migas de esperanza
esperando que golpeara la puerta
sabiéndola incapaz de dar golpes

IIII
voy a dormir en el cielo,
a llover calcinado,
como si no se pudiera terminar de otra manera

definitivamente acá
no estaban los dioses,
ni en ningún lugar.

sábado, 3 de enero de 2009

¿Y si este texto estuviera dedicado a alguien en particular
entre tanta gente suelta y encerrada en el mundo?


Todo esto pasó después del accidente.

Esa noche era de día. Los perros cascabel de cola bífida se arrastraban para escapar de las víboras dálmata y bulldog que los perseguían corriendo como nunca, hambrientas de sangre, carnívoras empedernidas que rara vez sentían su perversidad satisfecha. Las tortugas vivían un día, en el que eran hostigadas brutalmente por mariposas de varios cientos de años, que no conocían ni crisálidas ni condición similar a la de gusano. Del cielo despejado llovió y el desierto, que tan húmedo estaba, se secó al mojarse. La arena se evaporó quemando las plumas de los peces que cavaban con los brazos musculosos en pleno Sahara, sitio subterráneo, indicador geográfico de la distribución de la pobreza, para evitar perecer de frío a causa del Sol. Caían rayos de la Tierra hacia arriba electrificando el universo, por lo que las malas lenguas llegaron a comentar que, al respirar, cualquiera podía sentir chispitas entre los dientes, haces de luz estallando y rebotando entre la lengua y los molares y cayendo definitivamente por la tráquea, que evidentemente no desemboca en el estómago.

El mundo volvió a su lógica normal una vez muertos los amantes. Ni los vivos lo entendieron.
 

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