jueves, 15 de noviembre de 2012

Quien hoy bese mi boca tragará culposo la espuma de esta rabia.

martes, 25 de septiembre de 2012

Me muerdo el labio a la altura de tu cuerpo y sangro.

martes, 14 de agosto de 2012

Después de mucho tiempo de memoria constante, cuando alcancé el olvido no supe reconocerlo.

lunes, 13 de agosto de 2012

Soñé
de tanto amar un cuerpo cuya cabeza en llamas pende frente al sexo
como la mítica hoja de parra
sueño que mi hermano pequeño
esa promesa de amor
lo logra

que su cuello se desprende del tronco
al tiempo que soy un animal

estoy pescando
consiguiendo un alimento que vitaliza más con su lucha que con su carne
y a mi costado escucho caer la cabeza de mi hermano menor, promesa,
como envenenada
sonriente

trato de chupar de sus venas la muerte como chupando sin éxito la mordida
pero ya está hecho

hay victorias que sí son definitivas
y de ellas brota el valor como una planta adentro de una planta
es capaz de comer el sol que la otra comió antes

¿qué decirle? ¿cómo explicarle que a sus tres años
logró lo que yo nunca?

mi padre entra en escena y dice: "tu tío sabe"

pasa la pelota a otro pariente como lo haría un gran jugador
y sigue su tarea
como si siempre hubiera estado al tanto de lo que sucedía a su costado
en ese campo que ofrecía esta playa llena de tabiques formados por cortaderas
donde nadie podía verse si estaba en otro costado

la cabeza calma de mi hermano pedía a la desesperada mía que lo dejara descansar ahí
caída sobre la arena

mi tía confesaba sin asomo de pena
que quien había sido mi prima nacida de su vientre
había muerto igual
de pronto
sin dolor

había pasado eso pero el tiempo no se detenía
con las plomadas en el fondo y la carnada fresca la pesca no podía frenar

tanta costumbre de clavar una mojarra viva en un anzuelo
de sentir un tirón y echar la caña atrás
sintiendo subir la adrenalina
merecía también el respeto de quien es capaz de no acobardarse ante el pique
haya lo que haya al final de la línea

***

la herida revela sin pudor
que dentro de la piel hay carne roja
sustrato animal que sin la herida
sale a la luz en el calor
de la lengua que la chupa

***

El montón de plumas pareció caminar. Pasado el miedo comprendí: se estaría formando un pájaro que nace de otra manera. Me dejé estar, como quien mira una obra conocida desde un costado, esperando encontrar el detalle perdido. Luego, retomar la contemplación y ver todos, todos los miembros del pájaro listos aunque despegados.
Comprendí: la fantasía recurrente nunca está terminada. Por eso vuelve.

*Buey desollado (1925), Chaïm Soutine

jueves, 5 de julio de 2012

Caminante, no hay camino.
fueron las bombas. Sus explosiones

pusieron los escombros
con los que tropieza la tropilla
de tus carruajes, caminante
no hay camino. De tanto pasarnos al lado
sin decir ni adiós, hubo un resentido,

un sensible resentido notando que nada
valía la pena en esa hilera rerecorrida.
Caminante, te has ido,

nos queda tu falta, nos queda la maleza
sobre la que nadie aventura repetir el paso
nadie que deambule idéntico una y otra vez
para que, lentamente, la estela sea huella,
la huella rumor, y el rumor camino
para que vuelvas. Caminante
has muerto y no paramos de llorar en
este vergel sin la caricia de tus pies
lavados por el Cristo.

sábado, 26 de mayo de 2012

El 'sentido' es algo tan extraño. Hay quienes dicen que no podrían soportar una vida que no tuviera sentido, y cuando pensamos en qué tendría de distinta una vida con sentido de aquella que carece de él caemos en la bufonada wittgensteiniana de tener en frente dos cosas que son distintas solamente porque no son la misma. Es como sumarle el cero al uno. Distinto es garabatear números o colores alrededor, dotando la cifra de un adorno arbitrario, caprichoso, soberano en su autoridad indelegable. El sentido, por lo pronto, parece una suposición más. Algo que se agrega cuando el deseo de fondo es meramente agregar, y el miedo a agregar algo sensual obtura la pasión creadora. El sentido es la solemnidad con la que se pretende decorar la fuga y que, como la armadura de Goliat, lamentablemente obstaculiza el movimiento.

viernes, 18 de mayo de 2012

me hipersensibilizo
costo: coquetear con la muerte
como cualquiera coquetea con quien puede
ganancia: conciencia absoluta
de que nadie siente como yo

soy el jinete de la piedra
que me va a romper la cabeza
mi cuerpo goza montando
el asesino que es él mismo

todo está bien
y lo importante ocurre en otro planeta

miércoles, 2 de mayo de 2012

El cuerpo desnudo de la princesa flotando ondulado y sin vida río abajo fue la bandera blanca que ninguno se atrevió a flamear a lo largo del combate.

martes, 6 de marzo de 2012

Todo es búsqueda de un pathos infinito. La experiencia poética desea perpetuarse, encerrando en su pretensión la idea misma del fragmento. Se sabe neófita y teme su caducidad. Mira hacia atrás en el tiempo buscando modificarlo y anuncia el porvenir con el patetismo que no confiesa nadie al momento de dudar. La persecución es la del quiebre, sólo a condición de que sea definitivo, un salto al mar como quien salta de un barco liviano: sabiendo que lo que lo sostenía saldrá impulsado en la dirección contraria. La experiencia narcótica, por su parte, comparte características estructurales asombrosas. El momento pleno no puede acabar, pero la plenitud siempre estuvo cercada por el horror a su fin, el pavor desmedido de la amenaza permanente. Poesía y narcóticos irrumpen en la homogeneidad pegajosa del día a día provocándole una herida. Montados en el borde afilado de esa daga, hacemos votos en pro de una amputación, queremos sacar la materia que formaba esa carne uniformemente constituida, queremos el vacío de lo desconocido y la afirmación de que no se repetirá lo que hubo. Logramos acceder a esa posición privilegiada. El éxtasis es logrado, es hecho, y en su reflejo en la conciencia surge el deseo de erigirlo rey. Rey Éxtasis. Pero acaba, cerrando así todo el frenesí. El final es el paño que cubre el cuerpo del amado. La desesperanza, estampada en esa tela, es lo último que se ve a medida que el cuerpo se sepulta.

sábado, 21 de enero de 2012

Cuando quise hablar de las cosas, lo único que ocupaba lugar adelante mío eran metáforas. Una vez impuesta la tarea de encararlas, no por voluntad sino por haberse vuelto inevitable, las metáforas mutaron en cosas que miraban hacia otro lado.
De la misma manera en que un hallazgo lleva al siguiente con la soga del destino, la escritura sagrada cava grietas en la página e impide que la tinta se deslice por surcos distintos a los que ella misma inaugura, mancha la hoja, y la tarea de borrar termina por silenciarlo todo.
El proyecto actual requiere lecturas y meditación como propedéutica imprescindible. En el mejor de los casos, la pena será lo suficientemente satisfactoria como para valer el sufrimiento que provoque, valdrá la pena escribir ese libro.
 

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