viernes, 30 de octubre de 2009

Yo no tengo luna. Atrás de mi luna hay un caballo que cabalga sin patas y fecunda sin tomar hembra. Su nombre no se puede escribir, por más alfabético que sea el olor (no me animo a dibujar la letra del olor). Tampoco tengo sol, pero los rayos calientan al revés todas mis plantas, mis insectos suyos. Soy como ellos: verde, verde, con ala y ala, sin esqueleto y con ideas.
Vuelo alrededor del caballo. Vuelvo cabalgando su llegua.

martes, 27 de octubre de 2009

El mundo conspira contra los enamoradizos que conspiran contra el mundo.

domingo, 25 de octubre de 2009

hay varias clases de tristeza

una es ganar un premio
y después no animarme a mirarte

sábado, 24 de octubre de 2009

dame, amor, un buen maltrato,
sentirlo sin motivos ya empieza a doler demasiado
Nací pato,
y terminamos la oración con pájaro y
naranjas cocidas, es decir, alimento humano.
Agreguemos: al principio no hubo verbo sino graznido.
Tuve por momentos un ala en el aire y la otra
y la otra en la tierra. De aquí se ocncluye que
no provengo de un huevo, y que, al salir del vientre,
lo hice de costado, por un lado, y que me duele el cuello,
por el otro (el otro es el cuello torcido por esa rareza
de nacer sin línea recta o fatal destino corto entre dos puntos).
Hay mucha tierra en el aire y, entre la tierra, en el aire,
viento. El horizonte pretende ser un alpinista. Hasta aquello tan
lejano tiene ganas de conocer el cielo, de conocer el vacío de santidad
más alto de todos. Digo esto porque nací pato, porque tengo pies palmeados y nado
buscando tragar peces vivos y me disparan. Si no, no podría.
Sería un oficinista prosaico o un empresario co una métrica demasiado rígida.
En el mejor de los casos, un horrible perro, por lo fiel, por ese miedo con cuatro patas
de perderle el rastro al dueño, al amo.
Volviendo al tema anterior, ¿el aire nunca va a bajar, mierda?

lunes, 19 de octubre de 2009

A esta altura, ya debemos estar hablando idiomas distintos. Voy a probar con la paz.
No, mejor no.
Un actor se viste de su papel. Creo que acá el vuelco es mayor. Verte desnuda no es verte desnuda, sigue habiendo ahí un disfraz. Sale ese disfraz, y otro. Hasta los gritos tienen ropa de rol y no carne de sudar. Por eso no es momento de probar con diplomacias o más patologías de catálogo oficial y legislación avalada por ambas cámaras, mayoría absoluta y a vivir de acuerdo o te regalo barrotes de hierro con filtro de rayos uv para que te pongas en los ojos, con o sin sol.
La paz sería otra cosa, una guerra de placeres.
Pero no, mejor no. Mi memoria llega hasta tu tercer o cuarto nivel de embuste.
¿Una propuesta para no odiar esa artificialidad? Salvando a tu madre, proponiéndote como una piel de víbora caída y adornada y llena de palabras que no sabés qué significan ni qué es significar. Nos pasa a todos eso de las palabras, lo otro no.
El saludo se desprende de las premisas, es un razonamiento válido.
El mejor de los marchitarse para vos.

viernes, 9 de octubre de 2009

tu palabra no cae desde el cielo, viene desde más arriba y le pega en la cabeza al cielo antes de caer a mis brazos
te dije que el corazón se me arañaba contra las costillas; bueno, ahora tiene marcas, como donde me quemé con la púa apenas te fuiste (y me pregunto si no activaste el fuego cuando subiste un pie al colectivo y me pregunto y no me respondo... no habla ni la cicatriz que por suerte quedó)
el corazón también jugaba latiendo desaforado a romper pedacitos de pulmón como un nene que juega con las bolsitas llenas de globos y me quedé sin aire
hubo café para siempre y ¿será que tenés a la poesía de sombrero y cuando te lo sacás para saludar a la gente no te lo sacás y yo me quedé triste por saludarte mal?
yo me acuerdo que unos patos se pusieron nombres de dos mil quinientos años, nombres arrugados, cínicos y con escamas, como las carpas que comían pedazos que les tirábamos desde el puente -¡estábamos sobre el agua como jesús pero sin mentir!-
para mí la noche salió ese día desde el lago, y desde la oscuridad de los árboles -te asustaste cuando te lo dije, también me acuerdo- podían estarnos apuntando con un arma -¿te acordás de esa parte, en la que yo pensaba en abrazarte y vos no sé en qué pensabas?-

lunes, 5 de octubre de 2009

decime cómo volverte loca, y lo voy a tomar como una propuesta

domingo, 4 de octubre de 2009

va a salir un relato de una enumeración
como si del calendario salieran días

mientras decía eso no pensé, no estoy loco, que por decirlo lograría suspender momentáneamente la salida de los días del calendario, cosa que sí sucede, es que, en realidad, lo que quería era prenderle fuego al calendario para que salieran días más calientes, pero si le prendía fuego, alguno se iba a quemar (digo, algún día, o alguna persona, vale por cualquiera de las dos), y yo me quedaba sin uno, o una (puede ser una hoja hembra que representa un día macho, total otros idiomas no tienen género y todavía conservan su pito y su recipiente, al decir de Flor, pero esto no es para Flor, esto es)

un papel en vacío, una manzana, tinta roja, una no luz
dientes, una foto, el deseo de un recuerdo, una luz
perseguirme, saltar, un hueco, un golpe, no decir chau

lo curioso es que solamente los últimos cuatro están en orden cronológico. técnicamente... no, mejor no. va de nuevo.
no técnicamente, yo sabía que el hada ignorante de magritte iba a apagar todo (la no luz), entonces no la llamé y entonces... y entonces... la claridad se salvó (la luz). por eso pude verte como pájaro (la foto) y te quise abrazar con la boca (dientes, si tuvieras más pezones tardaría más) y revivir una mentira occidental y cristiana (manzana) (si lo hiciera, no querría olvidarme, acá viene el deseo de un recuerdo). lástima que no se me ocurrió ir a buscarte (perseguirme), sino agarrar un árbol muerto y aplastado (un papel vacío) como la masa que agarra mi abuela entre su dulzura cuando cocina pastas y se me ocurrió, también, y muy importante, saltar (saltar), en el hueco de todo este minuterío materia prima del afilador (un hueco, pero como un cuchillo), con la otra orilla más lejos, a cielos de distancia, entonces me caí mucho, hasta ayer estoy cayendo (un golpe) y, sobre el último item tengo mis dudas. no sé si eso va a pasar o no (no decir chau).

jueves, 1 de octubre de 2009

Se cuenta que el joven dormía mucho, como si no quisiera despertarse antes de soñar con alguien con quien no podía estar.
 

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