jueves, 16 de septiembre de 2010

-Sí, está por ahí, moviendo algunas cosas, dejando otras quietas -afirmó sonriente.
-No me digas que creés en Dios. No te creo, no hacés nada pensando que existe -contestó su amigo, ateo feroz.
-No esperes verme así. Solamente le agradezco cuando estoy solo -le dio la mano y siguió caminando sin el otro.

1 comentarios:

pio dijo...

eh loco, aguante dios

 

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