jueves, 23 de octubre de 2008

"Desde que Eva despertó a Adán del sueño de la perfección inútil, sus descendientes continúan su obra de sacarnos del sueño y nos tientan todavía con el no-ser.
(...)
La vida es la eternización del instante de miedo inconsolable en el que Adán, recién expulsado del paraíso, se dio cuenta de la inmesa pérdida y de la infinita perdición que le esperaba."
(Cioran)

Mi logro de voyeur fue tomar, momentos antes, esa foto a través de las celosías levemente corridas, testigo de la plenitud que precedió todo; mi logro de mitómano es no mostrarla. Hay escépticos que no creen incluso que yo tenga esa foto, pero, al observarla en la protección de mi hogar, mi risa es como la de Paracelso al hacer la rosa.
Dormía tan desnuda que hacía entender, tan frágil que hacía dudar. De a ratos giraba hacia un lado, luego hacia el otro, lo que dejaba ver a cualquier experto en el arte del espionaje su cuerpo entero, salvando así mis uñas de ser devoradas... soy tan ansioso. Dormía con una cara que, por lo sugestiva, prácticamente traslucía sus sueños, y con esto me refiero a sus secretos más íntimos.
De súbito, como si estuviera posesionada por un gigante, bostezó, abriendo la boca de manera verdaderamente exagerada, tragándose todas mis ideas. Aparentemente, quería comerse el mundo de un bocado final, o respirar todo el aire, cosa que yo hubiera apoyado, ubicado en el trance contemplativo en el que había visto cómo me hundía con el pasar del tiempo.
Amagó con abrir los ojos, atentando contra la eternidad, pero la luz del sol, que brillaba desesperadamente esa mañana, la contuvo de cometer semejante equivocación de la lucidez.
No sé quién más podría, sin abrir los ojos, envolverse en una sábana así de blanca, caminar en dirección a la ventana, y dejarse caer desde el piso diecisiete, que ahora hace pensar que fue construído puramente para que esto sucediera.
Sinceramente, no recuerdo detalles de cómo me sentí al oirla golpearse contra el piso, ni es lo que más me preocupa por ahora. El asunto es que en la foto no se la veía tan decidida.

8 comentarios:

Adrian Orellano dijo...

GUAU! Tremendo!!
El mejor cuento. Me fascino!! Tiene todo lo que me gusta!!
Un final perfecto.

FRANCO!!!

... dijo...

Brillante. Una línea me hace ruido, apenas. Pero es excelente. No suelo comentar, pero algo tenía que decir sobre esto. Felicitaciones.

Matías dijo...

te voy a pegar un tiro como a john lennon, por genio, te pasaste con este cuento, me saco los rulos por no tener sombrero....

franco dijo...

raro

María (Letras) dijo...

Ay, él, contesta escueto como un grande frente a los elogios de los periodistas...
Ah, andá a hacerte el langa a otra parte, a mí no me gustó.

(Eso, por supuesto, es mentira, pero es para usar la libertad de expresión y así controlar que no se oxidó. Besos, Fran. Un gran final, como siempre)

franco dijo...

JAJA.
Hacerme el langa. PFFFF. ¡Soy mucho más que eso! Joda.
No te hagas la gorda conmigo :P
La cosa era decir solamente "raro", porque me parece raro. Y porque no quería decir otra cosa.
¿Vale como justificación de no saber decir gracias y listo?

Malkowsky dijo...

bandera absurdo
ser
cerdo
cioran
cersiorando
ser cioran
angustia existencial
alcohol
nada
nadaNDO
respirar
comer
subsistir
nosaberporqué
dormir
dormir

Zametov dijo...

Yo me quedé pensando en lo de la sábana, aunque no sé si tenga que ver. Bueno, hasta otra.

 

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