miércoles, 29 de octubre de 2008

La tristeza no cambia, no tiene peso, no se mueve. La tristeza está suspendida en el aire, atada a mi cabeza, adelante de tus ojos.

3 comentarios:

dijo...

la tristeza es impiadosa, y se mete dentro de uno sin que nos demos cuenta.
te entiendo...
te abrazo

Adrian Orellano dijo...

Esa tristeza es a veces como la zanahoria colgada de un hilo delante de los ojos del caballo.. Y nosotros somos esos caballos intentando alcanzarla, inútilmente, sin saber que a cada paso que damos ella da uno en el mismo sentido.
Habrá que ir hacia atrás talvez para que ella se acerque.
A la vez es una de esas emociones que atraen, y dan placer.

pio dijo...

Terrible.

 

Copyright 2010 Con la yema de la lengua.

Theme by WordpressCenter.com.
Blogger Template by Beta Templates.