viernes, 2 de julio de 2010

El título podría ser "jugando al demiurgo poético -prácticamente redundante- a partir de la materia fantástica", pero era claramente demasiado.

Kardan cayó gravísimamente enfermo. Un personaje desnudo desde una pintura le preguntó:
-¿Qué deseas?
-El sonido de su risa cerca de sus ojos.
-No tenemos.
-El color de su pelo enredado en mis manos.
-No hay más.
-Entonces no quiero nada.

5 comentarios:

V a v o dijo...

A falta del color de su sonrisa enredado en mis ojos, y como tampoco hay dos cabezas de un cordero. Lo que me estoy devorando son estas pequeñas narraciones extrapolaordinarias. Estos formatos cortos me vienen seduciendo hace tiempo. Y estos ejemplos exquisitamente seleccionados hasta me han escarapelado!.

V a v o dijo...

Franco querido, hoy fue un dia de esos, debi suponerlo por que amaneci con este poema de vallejo. que tb me parece tiene mucho que ver con esta entrada.

franco dijo...

Sin ninguna duda. Tenía borrado de la memoria ese, y ahora que me lo mostrás creo que estaba entre los poemas en prosa, junto con el del abrigo y la nieve del que habíamos hablado hace poco tiempo, no?

V a v o dijo...

Creo, si el pisco no me altera la memoria, que este pertenece mas bien a los Poemas Humanos. (claro depende de la edicion), por que me parece q hubo quien quiso q los poemas humanos se llamaran Nomina de huesos. (justamente por este poema.) PAra cerrar el día, y largarme por otro pisco, me parece preciso este otro que definitivamente tiene que estar entre los poemas en prosa. Por que todo cabe en esas palabras.

franco dijo...

Qué hombre más grande este Vallejo. Una de las más grandes cosas por las que agradezco haber nacido en el castellano.

 

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