jueves, 25 de marzo de 2010

Até mi instinto a las flores y la mariposa vino sola.

8 comentarios:

natalia i. dijo...

Explosión de polen. Semillas desparramadas. Primavera. Invierno. Las mariposas se mueren. También las flores.
No es pesimismo, sino más bien... pucha, porque tampoco es optimismo... que cosa, hoy el lenguaje se me resbala.

V a v o dijo...

sería hermoso, pero que hay del aroma?

franco dijo...

En este momento, así como vienen solas las mariposas, pongo la mitad del aroma y el resto lo ponen ustedes.

Unknown dijo...

Sentate a esperar cultivando el deseo ardiente y te lloverán flores.

franco dijo...

Tal parece que lo que escribí es bastante insignificante en sí, y que lo importante en esas dos o tres palabras fue que algo podía pasar si no se ejercía presión sobre los hechos.
Gracias por la visita, Ary. Estoy chusmeando tus cosas ahora mismo. Te dejo algún comentario por alguno de tus blogs.

V a v o dijo...

Entonces sí entendí! Por eso mencionaba el aroma. El aroma, por mas inmovil que este la flor, avanza busca y trae consigo su presa.

Valentin Ibarra - (acertijo) dijo...

Es enreverada la idea esa de instinto estático (atado), por lo general se asemeja la imagen a una especie de depredador.
Digo, el instinto es una supuesta idea de dinamismo. De ir hacia algo (destino de supervivencia), pero esa es una lectura apresurada, porque es cierto, el instinto también es acecho.
Mis palabras por lo general no son muy románticas y poco aporto en blog de poemas… en fin, es mi instinto por decir.

franco dijo...

Y claro. Si no fuera una cosa salvaje el instinto, no haría falta atarlo ;) A lo sumo, depositarlo en una macetita.

 

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