viernes, 27 de agosto de 2010

1
¿Y si te hubiera visto caminando y no fuera sobre el piso?

2
Cuando tardabas dos horas en salir del agua, ¿era para asustarme o para contarle un secreto a un pez?

3
Si pasaras a través de una pared, ¿a quién acaricio?

4
Si la música no tiene tu voz, ¿de quién es la culpa a cada lado del cielo?

5
Me quedé sin aire. Sinceramente, podría notarse un poco más.

6
Entre despedida y despedida, ¿caben dos pájaros y un tiro?

7
Puedo explicar con claridad el futuro, pero con mis palabras, mías, mías. Es explicarte mi idioma o contármela solamente a mí mismo.

8 - Parménides
Cuando ya no seas, ¿el poema será?

9
Mi corazón no esperó. Llegó hasta el esternón, golpeó la piel desde adentro y abrí con la tijera de la abuela para que pasara, para prestarlo. Cuando el hueco estuvo listo, las venas no pudieron estirarse más y me pinté de rojo, de rojo frutilla, sí. Quedó todo a la vista, parecía un suicidio sin querer. En realidad era la sangre la curiosa del sol. ¡Cómo no me avisaron!

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