lunes, 28 de junio de 2010

Ya no quiero algo que me queme por dentro y me deje escribir. Estoy ansioso por algo que me destruya, por ver las cenizas de mis gritos.

5 comentarios:

Nuria Barea dijo...

Hay muchas formas de hacerlo. Y no todas duelen.

franco dijo...

No sé, cuando lo único que tengo a mano para taparme del frío es una frazada de pesimismo, no sé si puedo aceptar que algunas no duelan... te la discutiría al menos..

Nuria Barea dijo...

Exacto. Eso significa que sólo ves una cara mientras olvidas la otra. Pero no te preocupes, darle la vuelta es muy sencillo. Sólo súbete a una silla, cambia de ángulo. O siente la soledad tan profundamente hasta que duela, sólo durante el tiempo extrictamente necesario. Después olvídalo, pero del todo, pasa la página. :)

franco dijo...

Estoy en planes de locomoción en modo volteretas y todos esos saltos mortales hacia adelante y atrás a ver si se cruza alguna otra perspectiva.
Gracias :)

V a v o dijo...

Pienso en Perseo, en su higado, en esas destrucciones eternamente incompletas. En caín condenado a errar, impedido de morir.
He ahi la desesperación de los infiernos que no arden.

 

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