Engaños.
Hay dos clases de engaño propias del ser humano: la mentira y el arrepentimiento. Mientras la primera consiste en alterar la realidad mediante palabras; la segunda, en dejar que la realidad se imponga sobre nuestras palabras.
Gracias por decirlo. La violencia que implica pensar en que alguien "me arranca" las palabras de la boca queda totalmente justificada por el hecho de dejar de tenerlas adentro martillándome pellejos con clavos contra la realidad. Ahora que salió la carne interior tiene menos amenazas.
2 comentarios:
Hombre! gracias! que gusthonor!. Ahora me veo en la cucufata obligación de citar la raíz de toda esta sinapsis:
Numeros 23:19.- "Dios no es hombre, para que mienta, ni hijo de hombre para que se arrepienta". Desde niño me siguió ese verso.
Pd: las palabras que te arranque de la boca tu las cosechaste de mis manos y con tu maestría forjaste una corona(de espinas lo mas probable). Lo de las amenazas no estaría tan seguro.
Gracias de nuevo.
Publicar un comentario