domingo, 6 de junio de 2010

Es de noche, se llenó el estante de las horas del día, no cabe ningún animal.

Dice Sol-Salida: adiós, ha muerto un niño. Su cuerpo es tan pequeño… lo queríamos mayor para fertilizar más, para tener más cenizas.

Corrimos las hojas de una revista sin parar. Nada nos importa del contenido. Necesitábamos sentir que dependía de nosotros el frente y el revés de algo.

Dice Cable-Pájaro-Nexo: adiós, ha muerto un niño. Quedan sus pies marcados en el piso, el registro del tamaño que fue, cambiante, y ahora tiene el peso del nacimiento tapándole los pulmones.

Dice el Ala-Crecimiento: mi quietud es caída. Agítenme como una mano que está siendo mordida por un perro alto como un ombú.

Tanto especial perdiendo el tiempo. Dije especial pensando en alguien, perdiendo pensando en hoy y tiempo con una aguja clavada en el Caravaggio.

Dice Huella-Pasado: todo lo anterior es aguja, toda aguja se hizo antes de ser clavada. Darse vuelta es masoquismo consentido.

2 comentarios:

luli dijo...

muerto aun en el mar de su llanto
por renacer en las rocas de la mirada
abraza las libaciones de fuego
porque al sol fue arrojado
niño

franco dijo...

Hola, Luli. ¿Está en el sol el niño?

 

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