martes, 15 de junio de 2010

-¡Ah, esta decadencia por la que nadie pregunta en la calle -¿que no ataca la estética?-! ¡Ah, tantas, me despierta tantas ganas de encontrarme con alguien cuyo nombre desconozco!

15 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola

franco dijo...

Encantado en conocerle, ¿cómo se siente usted?

Anónimo dijo...

Azorado

franco dijo...

Peor sería azotado. Me alegro de su diferencia.

Anónimo dijo...

Entenderas: mis palabras estan acotadas.

franco dijo...

Error. No entiendo. No sé quién sos.

Anónimo dijo...

acotadas: porque me embarga una emoción, me faltan.

franco dijo...

¿Y si las tuvieras? ¿Qué harías con ellas?

Anónimo dijo...

se me ocurriria algo, pero ahora no...

Anónimo dijo...

desconoce mi nombre, y habla de ataques esteticos, acaso intenta descubrir algun velo en mi?

franco dijo...

El velo es lo único que se ve. Lo que desconozco es lo que hay atrás, pero es el juego que elijo jugar al aceptar comentarios anónimos. Tal vez en algún momento sienta aburrido estas escondidas de a uno solo, pero por ahora lo tolero ;)

Anónimo dijo...

como decias que querias encontrarte a alguien sin conocer su nombre... yo tengo uno, zafando el personaje, me puedo presentar y todo y charlar a cara descubierta.
solo vi la veta, ya se que no estamos en la calle...

franco dijo...

Me declaro vencido por usted. Y también quisiera la parte de la cara descubierta, si es que ambas situaciones no son incompatibles.

Mateo dijo...

Yo
(incompatible... broma de un enmascarado)

franco dijo...

Qué bien.

 

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