domingo, 26 de diciembre de 2010

Si hablara y hablara como vos, en tus temas, tu tono, con palabras que hicieran sentir el circuito del eros por el aire de los ojos, donde cada quien ve, deja ver, y donde toda la soledad, el aislamiento, la separación entre todo lo vivible se sintiera de una manera tan personal que sería imposible de distinguirla de una fantasía, entonces sí, podría probar la desnudez que no logro intuir, la facilidad con que la ropa saldría, el final. Sería un final a la espera de otro.

2 comentarios:

Mateo De Luca dijo...

los lindos son los finales dobles, eso hace buenos cuentos, y si son ambiguos pues... que se puede decir?

franco dijo...

Ojalá se pueda decir mucho después de un cuento, ¿no? Eso de tener palabras por incuestionables nos ha traído más de un problemita a lo largo de la historia...

 

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