miércoles, 17 de septiembre de 2008

Me resulta apenas tolerable entenderme como un personaje en una gran obra, cuyo guión fue escrito por un desconocido que prefirió el anonimato o secreto profesional, cuando fue inquirido con intención de encontrar las razones que lo motivaron a hablar, a contarme no números ni historias que me asustaran o alegraran, sino contarme por qué tanto. El papel en el que escribió mis palabras es como los hilos de un titiritero, impidiéndome salir a veces, obligándome a salir, a cambiarme el peinado, a comprar otra ropa o interesarme o desinteresarme por tal o cual droga, que finalmente nunca encuentro. Ahora dice "en este momento escribe: estás ante el final ineludible y puede que tu justificación existencial sea solamente la minúscula postura de Hacé todo lo que puedas mientras tanto, y o te conformás o se te acorta la prórroga o te la acortás vos mismo". Escribilo entre comillas dice. Si decís Muerte, te morís. No digas Muerte, no digas muerte, no uses mayúsculas. Hay acotaciones: en tal día, sale a caminar escuchando música y la secuencia de acordes hacen que dé un paso más largo que el otro, porque la simetría le da miedo; en el día anterior pensó en matarse, vio un par de botellas y le dio asco la idea, como si la hubiera vomitado; una semana más tarde le regaló un poema a una mujer y esta no lo entendió, porque simplemente no entiende nada, vive para ser linda y punto, ¿para qué leería?, ¿eso mejora su nariz, sus tetas o sus piernas?, no, ella hace ejercicios y toma sol, come papas fritas riéndose de la grasa con su metabolismo rápido; un año más tarde quizás no exista; unos años antes tuvo lugar su peor año, intentó matarse pero apenas dolió un poco desistió, ni una marquita queda más que el recuerdo infantil de aquel acceso de aparente decisión.
Quizás vaya aprendiendo a escribir lentamente, como si el guionista fuera un novato que día a día se pule un poco, entre risotadas por proporcionar esa vida experimental de cruces de calles sin mirar o desasón ante la falta de violentos trenes hiperbatónicos en su ciudad. Está todo muy poco claro. Cada día pierde un día. Siempre parado ante el final ineludible diciendo Hacé todo lo que puedas. Hacé todo lo que puedas.
Superate, claro, sin dejar de atender la totalidad anterior. No hay coherencia. Hacé todo lo que puedas, Hacé otra cosa extra, claro qué fácil te olvidás de la puntuación y que quien te quiera entender se esfuerce sí claro alguien te quiere entender suponete eso y que te alcance poné un punto.
Dejá de escribir.

8 comentarios:

Ego dijo...

¿Sabes, Cosmos, lo que quieres? Yo ya sé lo que quiero yo. Ya sé lo que quiero para todos los engendros literarios que se escaparon de mi pluma. Hijos de mi imaginación y de mi alma, mis hijos. No quiero que se enrrobinen y pudran en un cajón olvidado. Quiero que vean la luz, que te conozcan, Cosmos. Quiero sentir en activo a ese “vosotros” que siempre imaginé leyéndolos. No deseo seguir acumulándolos en terribles cárceles de papel, diarios ocultos y carpetas antiguas. Ellos, aunque imperfectos o malogrados a veces, no se merecen la reclusión y podredumbre a la que hoy por hoy están reducidos. Los quiero vivos.
Y a partir de mañana les voy a hacer vivir. Voy a sacarlos a la calle, a darlos a conocer en periódicos, revistas, o entre mis amistades. Quiero que los critiquen y los alaben, que se críen enemigos acérrimos y amigos fieles. Lo que sea, menos que los ignoren. Quiero polémica. Quiero que mis hijos perpetúen mi memoria. No quiero que lo que llevo haciendo toda mi vida no sirva para nada. Quiero tenerlo todo preparado, porque no deseo marcharme y dejarlos atrapados, secuestrados por su propio padre sin que nadie sepa de su existencia. Y ellos están vivos, ¡vivos! Vivos...
Si poco a poco deben de ir aprendiendo, que vayan poco a poco. No se puede salir a la calle por primera vez y saber desenvolverse. Poco a poco. Y toda la vida por delante.

Anónimo dijo...

Te odio. Te odio. Te odio.
Cómo y cuándo escribiste algo así.
Te vuelvo a odiar.

[Seguramente alguien lo esté escribiendo]


Te odio.

[Y quién es la del poema ¬¬ -Jajajaja-]

María (Letras) dijo...

Woow.
Yo vine persiguiendo tu nick, a ver si te habías decidido a _sacar_ una foto. Apenas vi que no iba a protestar.
Pero esto es mucho más, mucho más, más.
Increíble. Además ya sabés, soy sensible a los buenos finales.

María (Letras) dijo...

Apenas vi que no COMA iba a protestar.
Sólo eso.
BQ

Anónimo dijo...

Mama mama, en el colegio no saben pronunciar mi nombre.
-Bueno Zpertysxculmen quedate tanquilo.

Adrian Orellano dijo...

Creo en la gente buena.

Adrian Orellano dijo...

buenisimo! chatearemos entonces. no me conecto a menudo pero al mediodia sí.

Anónimo dijo...

Yo creo que sí, que el guionista es un novato que cada día se pule un poco... y en el camino se aprende a escribir.

Me gusta :)

 

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