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Es todo a causa de sus ojos. Como si su cuerpo no existiese prácticamente. Imagino cómo sus ojos atenderían mi llamado ring ring, cómo aceptarían mi invitación y sonreirían un poco. Veo sus ojos desnudos bañándose tranquilamente y luego vistiéndose frente al espejo vanidosos. La caminata sensual de sus ojos desde su casa hasta la mía y cómo tocarían el timbre con el iris. Sus ojos cenando conmigo, sus ojos bebiendo conmigo. Sus ojos de varios colores vueltos en rojo. Sus ojos en mi pieza. Sus ojos desnudándose de nuevo, como si todo el embellecimiento anterior hubiese sido pura pose. Y sus ojos amándome.
Después, como llamado por la brutalidad de la conciencia, abro los míos, arreglo mi cama, y comienzo el día en que no veré sus ojos.
5 comentarios:
wow, my friend.
tú estás con el corazón roto, y eso no me lo niegues.
O
una nube, pasajera del viento, aventurera de Dios,
nos taparía delicadamente desde arriba.
franco, me gusta lo que escribís. y me encanta el título del blog.
:) esto que has puesto me agrada un monton.
saludo
Se ve gracioso si lo leés literal. [María se ríe porlo bajo como una tarada]
Pero obvio que antes lo leí con el correspondiente pacto de lectura y -ya te lo dije- me encantó del modo convencional.
Ja! Creo haber entendido el 100% de la metáfora... ¡Pero OJO que a veces ves esos ojos! (Cuac)
Un éxito que lo hayas grabado, nada más placentero que leer sobre ojos con los ojos cerrados...
Ciao!
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