jueves, 21 de febrero de 2013

Dijimos que en el amor, si no nos planteábamos un objetivo a seguir, no lograríamos nada. Con el tiempo fuimos viendo cómo se nos hacía imposible realizar cualquier plan. ¿Quién podría decir que no logramos, sin embargo, algo? Pudimos arrancarle, como ladrones inexpertos, el pésimo sabor del fracaso al surtidor de la apatía. Teníamos una historia.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Y cuando una historia es más importante que cualquier cosa, algo de nuevo nace!!
me encanto!!

saludos

G. Priego dijo...

Suele ser imposible, mucho más cuando los planes de cada uno por individual no suelen tener aspectos en común.

Me alegra volver a encontrar este blog Franco.

 

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