jueves, 5 de mayo de 2011

Introducción
Juego a la literatura con el Creador, que me ve en palabras de otros. Me ofrece un juego, cómplice consigo mismo en todo tiempo y espacio. Acepto la apuesta.
Saco cuentas y me asombro. Calculo como puedo su edad y me maravillo de que no exista eternidad que lo duerma. Por momentos me veo confiado. "Esta vez remonto, esta vez".
Pero no. Pierdo y me seduce de nuevo con frases imposibles, expresiones perfectas para que un desprevenido quede como pegado a la telaraña de los significados. Vuelvo a dar el Sí como marea de casamientos que van y vienen divorcio tras divorcio.
Y pierdo otra vez, como si perder fuera la única chance. De noche a veces pienso en proponerle yo algo. En cuestionar su autoridad. En dejarlo en manos del azar y apostar mi vida a que las probabilidades decidan en mi favor, pero amanece antes de que termine mis planteos y mi fuerza se desvanece como aire en el agua al revés.
Es duro para mí decir esto, pero tengo esperanzas...

3 comentarios:

Mateo De Luca dijo...

me hizo acordar a algo tuyo que ya había leído, pero hace un año o más

franco dijo...

Puede ser que ya lo haya subido... lo encontré hace poquito después de haberlo perdido y le hice unos mini retoques. Tiene como tres o cuatro años.

Mateo De Luca dijo...

estoy casi completamente seguro, que lo leí en mis primeras entradas a tu blog, a tu literatura

 

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