martes, 3 de noviembre de 2009

¡! ¿Sabés qué es lo peor? Que pensarte todo el tiempo, haciendo llegar tarde el parpadeo de día o quitándole los caramelos de la boca de la noche de cada día de la semana de la escalera del año a los sueños, burlándome de una pesadilla en la que se muere mi hermana -nunca pude olvidar eso, es más, después, mucho tiempo después, no tengo idea cuánto, soñé con que me llamaba por teléfono y hablábamos yo llorando y ella con una voz preciosa, aunque muerta-, en fin, dejando de lado todos y cada uno de los rincones mirando el rincón que me ofrece el universo y la perversión del pañuelo que lleva siempre colgando del cuello justo encima de la piel reseca de teorías, estoy demasiado cerca de volverme loco.

¡! Si mañana te viera adelante mío y con el piso abajo de los pies, no tendría manera de distinguirte. ¿Se te ocurre que me tocarías? ¿Y cómo sé yo que el tacto no puede alucinar? ¿Que un vecino me diría que por primera vez tiene ganas de saludarme, y que no le caen mal mis altibajos emocionales, siempre seguidos, siempre, de algún exabrupto, no vale la pena aclararlo? Puede ser la imaginación del oído, un mensaje que quiero que llegue y nunca llega, y desde al lado de mi casa sacuden bolsas llenas de no sé qué cosa será eso desagradable que inunda el patio desde el que miro el cielo a ver si alguna vez se te ocurre caer justo cuando tengo listos los palos frágiles que me salen de los hombros y de donde crecen uñas todo el tiempo y tengo miedo de que sean tan pesadas que me hagan caer y me lastimen más que. Con todos los sentidos lo mismo.

¡! Ni siquiera puedo saber si tengo miedo de volverme loco o ya me volví loco y el miedo es a otra cosa, o a notar cómo estoy ahora. ¿Por qué escribo, sos capaz de decirme por qué escribo?

10 comentarios:

Lena Henna dijo...

Porque, por suerte, tenes algo que decir =).
Me disculpo si era una pregunta retórica, jeje.

franco dijo...

No hay lugar para las disculpas cuando lo que se busca es la libertad plena, Mile. Podés decir lo que quieras ;)
Gracias por la visita a este otro sitio, más lírico.

pio dijo...

Escribimos porque escribimos y preguntamos porque escribimos.

franco dijo...

Me estoy sintiendo raro al escribir. Otro de esos momentos en los que parece que no escribo más.
Puto.

Kittypandora dijo...

Para los que desahogamos nuestras vidas en un papel a veces parece que no podemos evitarlo, si tienes algo a la mano escribes y escribes hasta que se te olvida porque comenzaste a escribir

franco dijo...

Un llamado de atención al silencio, cuando se pone como una frazada fría.

Anónimo dijo...

La verdad es que escribes pero no tienes porque eso parece

franco dijo...

No entendí.

Anónimo dijo...

Escribes, pero lo que escribes no tiene pies ni cabeza, ni razón de ser. No lo tomes a mal, pero no encontre nada de valor aquí.

franco dijo...

Puede que no haya nada o que no estés encontrando. Al menos encontrás ganas de decir que no encontrás. Si no, te callarías la boca y no gastarías pintura del teclado. La pregunta era retórica jaja Eeeen fin.

 

Copyright 2010 Con la yema de la lengua.

Theme by WordpressCenter.com.
Blogger Template by Beta Templates.