I
ahora se me encienden los dedos
hay llamas arriba y abajo de mis uñas
y yo las muerdo como si estuvieran apagadas
para arderme como si no me doliera
mis dedos son velas
que llevan el fuego a cualquier lugar
el cuerpo se me quema
dando vueltas con el mundo,
fingiendo tanto
a cada paso desato una peste
II
por un amor que se ahogó
me ahogué, y ahora
no encuentro otro,
no busco otro
III
el sonido de una marcha fúnebre antes
de una defunción despierta
sospechas y yo incendiándome
junto los párpados como en otro momento
juntaba las migas de esperanza
esperando que golpeara la puerta
sabiéndola incapaz de dar golpes
IIII
voy a dormir en el cielo,
a llover calcinado,
como si no se pudiera terminar de otra manera
definitivamente acá
no estaban los dioses,
ni en ningún lugar.
1274 - Sobre la desidia
-
¿Cuántas veces leí o dije que había que escribir todos los días y cuántas
veces preferí hacer otra cosa? El problema con el compromiso respecto a la
escrit...
Hace 7 años
3 comentarios:
la puta che, alto poema primo...
la puta che, alto poema hermano...
¿por qué se repite el III?
Me ha gustado leerte.
saludos...
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