...por todo, y sabiendo las imposibilidades de contar estas cosas,
pero,
con la gran intención de hacer algo hermoso que lo adorne si tal cosa se puede.
pero,
con la gran intención de hacer algo hermoso que lo adorne si tal cosa se puede.
1.
Mi frustración se elevó tanto en medio de la alegría, que dejó petiso a Dios. Lo miraba con los ojos caídos y sin boca para poder explicarlo con palabras y parece ser que Él entendió, aunque, imaignemos juntos, qué habrá estado pensando... una divina indignación, sacrosantas intenciones de hacer tartamudear un cuerpo entero y no poder hacerlo. Mi frustración, habituada a los simulacros patéticos, que nadaba seca y con su cerebro en el perchero del perro, dejaba ver en el pupo u ombligo el deseo de morir, por un lado, y la incapacidad de nacer siquiera, mísera, por el otor. "Yo soy el gallo y la gallina bailándose sobre el pasto del jardín, soy el huevo que atrás de la cáscara guarda la chispa de la vida, soy el lugar físico disfuncional donde el mundo y el milagro deberían prenderse, como una pared y una enredadera (tengo una enredadera en cada patio y las paredes se me cayeron todas encima)". No puedo usar líneas de diálogo: me encanta sobre todo escucharte y sin la voz no quiero ni una mayúscula, además, mi frustración no tneía boca y nadie dijo que supiera escribir. Va a ser una voz en off la que siempre me narre a mí mismo cuando piense en la pena que motivé sin llegar a nacer, por no haber llegado a nacer.
2.
Saber claramente que algo se irá es como acolcharle la jaula en la que se lo contempla, para que se sienta más a gusto, y ayudarle a elegir mil opciones además de otras mil para que decida dónde continuar su belleza.
3.
No son lágrimas de dolor, es líquido del alma a la vista por aquello que es común, y no por ordinariamente repetido, sino justamente a causa deque se comparte.
4.
Fragmento de "La belleza del mundo", novela escrita por Héctor Tizón:
-¿Cómo has aprendido todo eso?
Él se encoge de hombros.
-No lo sé... Digo, siempre lo he sabido. Todo lo que yo quería aprender no lo podía aprender en la escuela. Siempre, para aprender algo, tuve que arreglarme solo. -Y agregó, aunque con otras palabras, que entre las abejas, como entre los hombres, predominan las solitarias... Para algunos, la soledad no es un accidente, ni una consecuencia de nada, sino una manera de ser.
4.1
Las negritas no forman parte del arsenal estilístico de Tizón. Quería aclarar que justo esa parte aparecía en la página de tu edad.
5.
Mi intención no es, con unas tijeras, largas, cortar las plumas de pájaros que todavía vuelan, allá, a la altura en la que el mundo empieza a llamarse cielo. Por el contrario, deseo que la tiranía de la gravedad equivoque un punto en sus agujas y deje de tejernos tan lejos durante la mayor parte del tiempo. Igual que los dedos de un infante sacando la mano por el buzón de la puerta verde, las manos de una lágrima mía se asoman por mi párpado inferiro y trepan hasta asomarse por uno de mis ojos, ella descansa y crece en ese lugar, y, finalmente, fiel al nomadismo, escapa de su vida mismísima para morir, con suerte, en una comisura de labios que dicen que te quieren.
6.
No, los recuerdos no van a la memoria exclusivamente a quedarse ahí como fotografías que se almacenan sin sentido en algún cajón que empieza a perder el barniz a medida que se llena de ocsas inútiles. A veces algo pasa, y la memoria de eso cae encima nuestro como un pájaro que tiran desde la terraza de un edificio justo después de cortarle las alas y que agita sus miembros fantasma esperando así salvarse. Eso también es un recuerdo, o cabe una posibilidad de que así sea; carne que se muere, carne que salpica chorros de carne al chocar con el durísimo presente al que, con tu permiso, paso a bautizar como El Gran Mutilador.
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